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Hoy es jueves, abril 19, 2007 todavía

Entrada nº 52: Fallo de lógica

El cuarto en el que despertó era terriblemente angosto e incómodo. Con todo el cuerpo entumecido y la sensación de continuos pinchazos en cuello y hombros, se resignó a no intentar moverse; era menester ahorrar energías, alejar en lo posible la molestia física, y centrar todos sus recursos intelectuales en analizar detenidamente la situación.
Desorientación, confusión, casi total oscuridad y privación sensorial... no son buenos amigos del sano ejercicio del uso de la lógica. Pero Alberto era un tipo sagaz y agudo, y pronto una brillante demostración de autodominio y concentración provocó que, como traído por una brisa fresca, un estado de templanza y de calma ocupara su cabeza: aquella poderosa inteligencia había comenzado a trabajar activamente.
Ignorando esa sensación de intenso frío típica que envuelve al que se duerme en una noche de invierno en cualquier lado, sin arropar, y despierta destemplado (y hasta helado), inició lo que sin duda sería una cadena de sólidos silogismos que le sacarían del atolladero. Se acomodó todo lo que pudo en la incomodísima postura sentada en la que había amanecido, y se propuso tratar de recordar cómo había llegado hasta allí.
Mientras de fondo su respiración, resonando casi más en su interior que en la negra estancia, lenta, calmada, profunda, potenciaba su introspección y labor mental, no pudo evitar percatarse del elocuente aliento a alcohol que escapaba de su boca. Sí. Ahora todo encajaba. Como golpeado por una poderosa maza con la palabra "verdad" grabada en su base, recordó bruscamente toda la fiesta, todo el descontrol, desfase, cubatas, tías y música de la noche anterior. Y que la fiesta era en casa de un tipo al que no conocía.... Mal rollo. Alguien había aprovechado su estado de embriaguez para reducirle y encerrarle en esa especie de pequeña y oscura prisión. Era perfectamente evidente. Eso, o sin más había llegado a un minúsculo cuarto sin saber ni el cómo ni el porqué. No podía ser de otra manera.
No importaba. Lo esencial era que, aislado y con mínima información, había comprendido su mala situación por medio del correcto empleo de la lógica, y se disponía a poner fin a ella.
De repente, ruidos de pasos cercanos abortaron su inmediato plan de acción y erizaron sus sentidos. Voces. No familiares. Posiblemente de quien le había encerrado o llevado hasta ese cuarto. Iban a abrir la puerta, estaba seguro. Bien, fuera quien fuera, pasara lo que pasara, Alberto se preparó para lo peor. Un fogonazo de intensa luz taladró sus ojos, y a ciegas escuchó un sincero y desgarrador grito de terror o de amenaza...Seguido de un
- ¿¿¿¿¡¡¡¡¡¡¿PERO QUÉ COÑO HACES EN MI NEVERA, TÍO!!!!!!??????

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5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La "fria" logica del tal "Alberto" unido al factor deshinibicion producido por el alcohol, nos demuestra una vez más el hecho ya constatado, de que el hombre a lo que aspira en su subconsciente mas profundo es al siguiente paso de la evolucion darwiniana, el esquimal.

19 abril, 2007 02:25  
Blogger dAve said...

jodido amo :D

19 abril, 2007 06:01  
Blogger Suaggy said...

jiasjiasjias putu putu putu xD

22 abril, 2007 21:44  
Blogger Diletante said...

has hecho que esboze una sonrisa. Felicidades :)

24 abril, 2007 02:02  
Blogger jota said...

jaja, que combinación tragi-cómica... una de mis conbinaciones favoritas por cierto.

¿qué seríamos sin la paranoia y sin la risa?

saludos

25 abril, 2007 02:34  

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