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Hoy es sábado, octubre 27, 2007 todavía

Entrada nº 78: ?¿

No tengo ni idea de por qué he escrito esta entrada. He pillado boli y papel y me he propuesto no pensar mientras trazaba. Al final he visto que la cosa más o menos no iba quedando mal, y entonces no he podido evitar prever mis pasos y viciar la cosa. Pero en fin. Ahí va lo que ha salido.
Muchos de los que se hacían llamar héroes no eran más que farsantes de dorada armadura. Sonreían a las masas que los seguían con un ademán de placer, y era el brillo de sus ojos lo que escondía al mundo el fatigado sentir y débil palpitar de su corazón. Sólo ellos conocían su mísera naturaleza. Sólo ellos, de entre el inmenso resto, tenían que soportar sobre su espalda el abismal peso de la hipocresía, de la soledad de la multitud, del infierno de su soledad. Se supieron siempre iguales, incluso peores que el resto. Pero cumplieron con su rol de mitos vivientes, y como premio sus tumbas se construyeron como monumentos consagrados a la grandeza del hombre. Lograron fingir su desidia y enterrar con ellos el secreto de su sufrimiento. Escogieron confundirse con su leyenda, dejarse asociar a la fantasía de simples mortales deseosos de una luz que los guiara. Enfrentaron cada mañana su sombría mirada a un reflejo que reclamaba el brillo y tenacidad necesarios para perpetuar la farsa. No, no eran héroes. Y sin embargo lo eran.

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1 Comments:

Blogger SuperCoco said...

En una mascarada tú máscara es la verdad.

P.D: La mejor forma de escribir es esa

27 octubre, 2007 23:30  

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